Hay dos vías de intervención: los tratamientos preventivos cuando el nivel de afectación de la plaga es bajo y los tratamientos correctivos, cuando hay un daño más grande. Para determinarlo, los brigadistas de la DGCORENADR visitan previamente las parcelas de los productores que serán atendidos, para identificar la plaga y el nivel de afectación.
Cada año, estimó, el programa para el control fitosanitario de enfermedades del nopal apoya de 500 a 600 productores.
Los dos drones agrícolas con que cuenta el programa de sanidad tienen un tanque de 30 litros cada uno y sirven sobre todo para las acciones preventivas, al volar sobre las parcelas de nopal y así realizar la microaspersión de productos libres de químicos útiles en el combate de la plaga.