Esta eficiencia mejorada podría ayudar a disipar los temores sobre el daño ambiental que puede causar el uso excesivo de pesticidas y fertilizantes, como la reducción de la biodiversidad y el envenenamiento de la vida acuática cuando los químicos se escurren a los ríos después de la lluvia.

Para los países en desarrollo en los mercados agrícolas globales altamente competitivos, los drones son claramente tentadores. Filipinas anunció recientemente que se utilizarían 5.000 hectáreas de granjas de hortalizas para probar drones para fumigación de cultivos, por ejemplo.

Hay muchas empresas de tecnología que afirman que sus sistemas agrícolas basados ​​en drones pueden aumentar los rendimientos de los agricultores.

Las cámaras multiespectrales se utilizan para analizar la absorción de nitrógeno en etapas particulares del desarrollo de un cultivo, representadas en lo que se conoce como escala de crecimiento de Zadoks.

Esto ayuda a los agricultores a encontrar el mejor momento para agregar fertilizante y donde más se necesita, reduciendo el desperdicio de este costoso recurso. Y un claro ejemplo es el Drone Phantom 4 Multiespectral, es un drone de alta precisión que tiene un sistema de imagen multiespectral integrado pensado para la agricultura y la supervisión medioambiental.